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El olivo en España

La importancia del olivo en España

Los olivos se han considerado desde la antigüedad árboles sagrados, por su longevidad han simbolizado paz, vida, fertilidad, victoria. Por su fortaleza, resistencia a largos periodos de sequía, heladas y frío, al viento, son plantas muy apreciadas. Por sus frutos de tan magníficas propiedades en nutrición, las olivas, y por el aceite tan saludable que producen estos frutos. Son árboles duros y resistentes, bellos, limpios, por lo que en decoración de jardines nunca deben faltar.

Olivos históricos

En España contamos con el importante Paisaje histórico de Olivos Milenarios del Sénia, con más de 4.800 árboles y que está considerada como la mayor reserva de olivos milenarios del mundo. Estos árboles viven y producen sus frutos en 27 municipios de Aragón, Valencia y Cataluña. Entre ellos encontramos el olivo más viejo de España, su perímetro mide 8 metros y se le calculan 1700 años de vida. Se le denomina Farga del Arión. La Mancomunidad Taula del Sénia trabaja para mantener este patrimonio, resaltar su valor y velar por la conservación de un legado tan singular.

Este importantísimo Paisaje histórico se compone de varios museos naturales de olivos milenarios, como el del Arión, en Ulldecona, finca situada muy cerca de la antigua Vía Augusta. En una hectárea alberga 35 olivos milenarios entre los que se encuentra el mencionado Farga del Arión, declarado Olivo Monumental de España en 2006. También en la misma zona encontramos el Museo Natural de olivos milenarios Pou del Mas, en La Jana, con 21 olivos milenarios y cuyo ejemplar olivo de las Parejas obtuvo la distinción de Olivo Monumental del España en 2014. Enclaves del mismo entorno de olivos milenarios que impresionan por sus retorcidas siluetas y el gran perímetro de sus troncos son el área de Alcanar, el área de Canet lo Roig, el área de Vinaròs, el área de la Sénia, el área de Godall y el área de la Foia de Ulldecona.

Los olivos milenarios y de majestuosa presencia de la zona de Canet lo Roig, en  el Bajo Maestrazgo de Castellón, de la variedad “farga” -algunos de ellos cuentan más de dos mil años de vida- siguen produciendo cada año un aceite extraordinario, único, genuino. La respuesta a este milagro de la longevidad es su perfecta adaptación al clima, al entorno y al terreno. No obstante, los cuidados esmerados, artesanales de los agricultores también han desempeñado un importante papel para que estos árboles extraordinarios pervivan después de dos mil años, produzcan olivas y por lo tanto aceite, y puedan continuar viviendo otros cientos de años más.

Olivos milenarios

Se considera que un olivo es milenario si tiene un perímetro mínimo de 3.5 metros tomando la medida a una distancia de su base de 1,30 metros. Muchos de los olivos del Bajo Maestrazgo alcanzan perímetros de 6 metros, lo que nos puede dar una idea de la datación en milenios de estos impresionantes árboles, testigos del paso del tiempo y de tantos acontecimientos históricos acaecidos entre sus troncos sinuosos y curvados.

Elegir un olivo milenario para decorar la zona verde es una decisión acertada por su estética tan especial que destaca en cualquier entorno, por su larga vida, por su simbolismo, y por su fortaleza, que hace de este árbol la más agradecida planta decorativa que podemos tener y cuidar en nuestro jardín.

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