venta de olivos

Mantenimiento de los olivos: conoce las reglas básicas

Una vez que hayas comprado un olivo centenario, tendrás que mantenerlo y conservarlo

Protege el olivo del frío

Los peores enemigos del olivo son el frío, la humedad y la lluvia helada. La mayoría de los ejemplares más antiguos pueden soportar una temperatura de -15º.

Sin embargo, es imprescindible que este frío sea seco y de corta duración. Debes saber que si el olivo está a salvo por debajo de -10°C, los brotes jóvenes y las hojas empezarán a sufrir y se deteriorarán de forma irreversible.

En algunos casos, puede ser útil el uso de un toldo protector. De hecho, esta herramienta permite ganar casi 4°C.

Si hace -18C° y decides añadir una cubierta de invierno, tu olivo sentirá como si la temperatura fuera cercana a -14C°.

Hoy en día, se pueden encontrar olivos ornamentales en casi todas las regiones donde las temperaturas mínimas rara vez alcanzan los -10º, pero es necesario tomar algunas precauciones en las regiones más frías.

Sólo los jardines cubiertos en invierno y otras verandas cerradas tendrán el privilegio de albergar un hermoso olivo centenario durante todo el año. Por ello, en las regiones frías es preferible cultivar los olivos en macetas. Pero nada te impide disfrutar de un olivo en tu terraza y balcón durante el buen tiempo y meterlo en casa antes de que empiece el invierno.

Fortalece tu olivo

El olivo es un árbol robusto al que le gustan los suelos pobres y las tierras secas. En teoría, por tanto, este árbol mediterráneo no necesita más que la materia mineral y orgánica presente de forma natural en su suelo.

Sin embargo, los nutrientes adicionales no perjudicarán al árbol e incluso le ayudarán a crecer y adaptarse a su nuevo hogar.

En primer lugar, ten en cuenta que el abono no debe utilizarse en plantas jóvenes (menos de 5 años).

Para los olivos más viejos (centenarios o no), recomendamos dos métodos: uno para los que viven en la ciudad y otro para los que viven en el campo.

Para los habitantes de las ciudades, recomendamos una aplicación ligera de abono nitrogenado de asimilación lenta. Unos pocos gramos por centímetro cuadrado serán suficientes para todo el año. Te aconsejamos que espolvorees este abono a unos 60 cm del tronco del árbol durante el mes de marzo.

Para los habitantes del campo, recomendamos un método más sencillo y totalmente natural: ¡el estiércol de caballo! Más barato y respetuoso con el medio ambiente, este método sólo hay que repetirlo cada 3 años y, además, es el mejor.

Dibuja un círculo de dos metros de diámetro con tu olivo centenario en el centro. A continuación, cava una pequeña zanja alrededor de tu olivo y coloca en ella el estiércol de caballo de forma uniforme y a unos 10 centímetros de profundidad. Cubre el estiércol de caballo con tierra y listo. La lluvia esparcirá lentamente esta materia orgánica hasta las raíces de tu árbol.

Regar el olivo

Aunque el olivo no teme los climas secos, es importante comprender que la olea europea puede agotar sus reservas durante cada período de sequía.

Por lo tanto, reducirá la alimentación de los brotes más distantes en favor de las ramas más grandes y, finalmente, se concentrará en el tronco. Porque domar la sequía no significa que al olivo no le guste el agua. De hecho, suele ser aconsejable regar con regularidad durante los períodos secos.

Es importante evitar los riegos excesivos para evitar el estancamiento del agua y favorecer las lluvias artificiales moderadas. Los olivos centenarios indicarán que tienen sed en cuanto se plieguen las hojas nuevas. Pero el mejor indicador es el suelo: si se vuelve polvoriento, ya es hora de regar. Deja de regar en cuanto llueva y la temperatura sea más fresca.

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